La Navidad es una época de encuentros familiares y de amigos. Como es costumbre nacional, todo lo celebramos entorno a una mesa con abundante comida, bebida y dulces de postre. La cena de Nochebuena y la comida de Navidad solo han sido un preludio de lo que será la dieta del resto de la semana que consistirá en exquisitas “sobras”. Admitámoslo, otro clásico de Navidad son los caracoles en tupper . En breve llegará la Nochevieja y el Cotillón que lo celebraremos como si no hubiera más Año que celebrar. Otra vez, vuelta a las “sobras” en tupper y así hasta concluir con el Roscón de Reyes.
En Navidad es normal que nuestra dieta sufra ligeros cambios. Cambios que llevan obviamente a acumular kilos de más. Ayer oí decir que sobrepasamos la barrera de 8000 Kcal / comida, y atentos con este dato: 150 kcal por figurita de mazapán. ¿Cómo os he dejado el cuerpo?
Si eres una persona activa y no te cuesta volver a tus hábitos saludables, los kilos de más no tendrían por qué resultar dramáticos, pero para aquellos que “sufren” para perder 1 mísero kilo, la Navidad es tan temible como Freddy Krueger en pesadilla en Elm Street.
Aquí van unos consejos para evitar ganar peso en Navidad, todavía creo que estamos a tiempo:
- Programa los menús de las grandes celebraciones: si eres el anfitrión será suficiente con unos aperitivos y un plato principal acompañados de ensalada o verdura cocida. Si vas a mesa puesta, huye de los fritos y el rebozado.
- Hazte aliado de los caldos desengrasados y las sopas: Los caldos desengrasados y las sopas caseras son muy nutritivas y no aportan demasiadas calorías. Además, por su poder saciante son una buena opción como entrante.
- Usa pan fresco para los canapés: El pan es como otro invitado más y en grandes celebraciones también se viste de gala y así, las distintas variedades de pan tienen presencia en la mesa: el pan tostado con pasas, arándanos, multicereales… Usa lo justo, no untes y evita hacer montaditos de foie.
- Controla la cantidad de lo que comes y no repitas. Es preferible que te sirvas tú mismo la cantidad que te parece razonable. Si eres el anfititrión, no abuses de hospitalidad y no ofrezcas repetir. Intenta llegar al postre con hambre.
- ¿Qué postre? Un sorbete de limón, algo de fruta en almíbar o un poco de helado. Turrones y polvorones, los justos aunque a cualquiera le alegra un dulce…
- La comida sobrante mejor llevarla al congelador . Ya llegará otro momento más adecuado para disfrutar de esta exquisitez.
- Menos plato y más zapato: Aprovecha cualquier ratito para caminar y hacer algo de ejercicio. Es un consejo tan repetido como los villancicos en esta época pero resulta eficaz (palabra de farma). Por ejemplo, intenta salir diariamente a caminar al menos 30 minutos.
- Limita el consumo de alcohol y bebidas carbonatadas (he dicho limitar, que nadie se ponga nervioso). Aceptemos tomar dos vasos de vino/cerveza al día. Y para brindar, mejor sidra que el cava. Conviene saber que la sidra tiene 5-6% de alcohol y el cava 12%.
Y dicho ésto, solo nos queda desearos feliz Navidad y próspero Año Nuevo.
Ser felices y cuidaros muuuuucho.
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