El gluten es una proteína que se encuentra en determinados cereales como son el trigo, espelta, kamut, cebada, avena, centeno, triticale y en sus derivados entre ellos los almidones. En los celíacos el intestino no puede digerir el gluten, más concretamente la gliadina, y ésto puede provocar dolor de tripa, gases o diarrea. También disminuye la absorción de otros alimentos necesarios, lo que provoca pérdida de peso, detención del crecimiento, anemia, etc. Así, los celíacos tienen que seguir una dieta sin gluten.
Aunque la prevalencia de la enfermedad celíaca parece que va en aumento, también va increccendo la moda gluten-free. Parece que cada vez hay más gente que prefiere consumir productos sin gluten sin tener un motivo claro para ello. Ayer leí un artículo titulado “Sin gluten no quiere decir más sano” que venía a explicar el porqué del fenómeno y sus consecuencias negativas. Me ha parecido interesante ya que desmontaba algunos de los mitos erróneos sobre el gluten:
– Suprimir el gluten de la dieta no es más sano, salvo que seas celíaco.
– No es fácil llevar una dieta sin gluten . Hay que tener especial cuidado a la hora de seleccionar los alimentos. Entre los alimentos que llevan gluten están el pan y harinas de trigo, centeno, cebada y avena, la pastelería en general (bollos, pastas, galletas, bizcochos, magdalenas…), el chocolate (a no ser que en la etiqueta indiquen que no tienen gluten.), la cerveza, malta, agua de cebada, bebidas destiladas y los alimentos preparados (sopas de sobre, comidas preparadas, etc.) entre otros. Además, hay muchas precauciones que se deben tomar. Por ejemplo, si se hacen alubias con chorizo y el chorizo lleva gluten, no vale con separar el chorizo y tomar las alubias, y hay que tener precaución en no usar el aceite con el que se han frito alimentos con gluten. Por no decir, el suplicio que supone tomar un pintxo en los bares y restaurantes (las tortillas, rebozados, empanadillas, croquetas y caldos pueden contener levadura, estar preparadas con aceites de freidora o tener pan tostado ). En fin, toda una serie de cuidados.
– El gluten NO engorda. Es verdad que muchos alimentos que contienen gluten engordan pero si éso te preocupa y quieres empezar con una dieta de adelgazamiento, no improvises y pide asesoramiento especializado.
– No te dejes llevar por las modas: Cada vez hay más productos gluten-free en el mercado y son más caros. Si no padeces de esta enfermedad no hay ninguna evidencia que apoye dejar de consumirlo. En los supermecados cada vez tienen más presencia los productos «sin». Antes se les reservaba una zona especializada. Ahora los gluten-free se colocan estratégicamente en las mismas baldas en las que se colocan el resto de productos, con un precio superior, claro.
– La intolerancia al gluten no es frecuente: Sólo un 1% de la población aproximadamente padece de enfermedad celíaca.
En cualquier caso, es el médico quien te puede diagnosticar la enfermedad. Para más información sobre la celiaquía os dejo este enlace:
www.celiacos.org
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