Tenía preparada una entrada más propia de guardia (la píldora del día después), pero dadas las circunstancias voy cambiar el tema. Me centraré en el titular principal al que hacen eco hoy todos los medios de comunicación desde primera hora de la mañana: El incendio en la calle Nardiz tar Jon de Bermeo ( la calle de la Farmacia). Os contaré lo vivido desde mi punto de vista esta madrugada del 11 de abril de 2013, una noche de guardia en llamas.
Las noches de guardia suelen ser tranquilas. Son muy pocos los pacientes que vienen a por medicación de madrugada: los analgésicos, anti-inflamatorios y antibióticos suelen ser los medicamentos más demandados. En otro post os contaré lo que opino personalmente de las guardias nocturnas de las farmacias, sobre el mal uso que la población suele dar a estos servicios de urgencia y sus respectivas consecuencias indirectas.
Eran las 4:00 horas de la mañana. Yo dormía hasta que un intenso olor a humo me despertó. Llevaba dormida desde la una aproximadamente ( último aviso ). Me desperté asustada pensando que el fuego provenía del interior de la farmacia; alguna placa de calefacción del laboratorio, el ordenador sobrecalentado, algún enchufe en mal estado, cortocircuito en la cruz… fue lo primero que me vino a la cabeza. Pero el fuego había devorado el edificio del bar Athletic. Ruido, llamas y gente asustada, fue lo que vi al salir en pijama a la calle.
Tras dar el aviso de desalojo en las viviendas colindantes, el despliegue de medios humanos y dispositivos no tardó en llegar. El viento del sur hoy jugaba en contra, soplaba fuerte, y no ayudaba a la labor de los bomberos. La angustia y el nerviosismo de todos los que estábamos en la plaza iba en aumento.
Ver cómo se quema un edificio sin poder hacer nada más que esperar a que otros hagan algo es tremendo. Por fortuna no había vivido nunca una tragedia así anteriormente. No me tocó ni la inundación del año 83,ya que por entonces era muy pequeña. Lo de hoy no lo olvidaremos nunca. El desastre está servido: 5 edificios destruidos y muchas familias se han quedado sin su vivienda. Ahora toca arrimar hombro. Ya hablaremos otro día de los genéricos, el copago y la receta electrónica.
Un abrazo muy fuerte a todos los afectados.
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