Cada vez se consumen más medicamentos genéricos aunque todavía la cultura de consumo de genéricos no está demasiado arraigada. Es bastante habitual encontrarnos en la farmacia con pacientes que prefieren la marca.
La creencia de que con los genéricos se obtienen peores resultados en salud que con los medicamentos de marca es una hipótesis no probada. Los medicamentos genéricos se aprueban basándose en estudios que demuestran su bioequivalencia frente a los de marca.
Si observamos lo que ocurre en otros lugares, los países con mayor tradición investigadora (Alemania, Gran Bretaña, EEUU) son los más que más genéricos consumen: En EEUU el consumo de genéricos alcanza cifras de hasta un 70%. En nuestro medio el porcentaje está en torno al 20-25% en general (más en primaria que en la especializada ).
El problema de los genéricos es que cada laboratorio saca el suyo (de omeprazoles hay >100 marcas diferentes); cada “pastilla” con su forma, color y envase. La falta de igualdad en la apariencia (llamada isoapariencia) podría dificultar el seguimiento del tratamiento, provocar errores en la toma….¿Qué podemos hacer para evitar estos errores? Una solución es tratar de identificar los medicamentos por el nombre del compuesto activo o principio activo y no por su apariencia. El nombre del principio activo SIEMPRE aparece en la caja.
¡Es hora de llamar a los medicamentos por su nombre!… Fíjate en el principio activo
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